Fast Times At Ridgemont High debe ser una de las películas adolescentes más referidas de nuestros tiempos. Parece que es la heredera generacional de The Graduate. La cantidad de bandas y otros elementos de la cultura pop que han hecho alusión a esta película son incontables, sobre todo en el subconsciente gringo.
El tercer disco de The Academy Is... no es la excepción. The Academy Is... es una de las bandas que llevan la bandera de la muy exitosa firma Fueled By Ramen, que entre otros actos tiene a Paramore, Gym Class Heroes, The CAB, Cute Is What We Aim For, The Hush Sound y Panic! At The Disco; unos más, unos menos famosos que otros. Esta firma ha tenido el ojo para agarrar a aquellas bandas que mañana escucharás en MTV y otros canales juveniles, si es que no lo has hecho aun. Una de las peculiaridades de esta firma es que fue fundada por miembros de Less Than Jake y cuenta entre sus importantes colaboradores a Pete Wentz y Patrick Stump de Fall Out Boy, improbables genios en la búsqueda de talento y tendencias. Además, en el pasado ha tenido a actos como Less Than Jake, Punchline, Fall Out Boy, Slick Shoes, Yellowcard, Bigwig, Homegrown, The Hippos y Jimmy Eat World, entre muchos otros. Es decir, en pocas palabras, es una de las disqueras indie más importantes de todos los tiempos.
Con este tercer disco, The Academy Is... se afianza como una de las primeras bandas importantes de Fueled By Ramen, junto con Paramore, Panic! At The Disco y Phantom Planet (esos de la rolita de los créditos iniciales de The OC), que han sido constantes en cuanto a su popularidad y calidad se refiere.
Fast Times at Barrington High es un disco completamente veraniego y high-school-ero. Si, dirán, que pedo, ya hay muchos de esos. Pero este disco logra compilar temas de la adolescencia que a todos nos tocaron y que muchas bandas no tocan. Es decir, esta banda canta de la chica linda, así como de las escapadas a fumar, beber y tener sexo de manera clandestina, temas de confusión adulta, de existencialismo, de ruptura y unión de relaciones. No es el disco teen promedio, y eso es bueno, porque The Academy Is... ya no son unos teens, ya son una banda consagrada en el underground estadounidense, con una gran base de fans en ese país y el extranjero.
Sin embargo, y a pesar de que evolucionan en el sentido lírico y tal vez en el musical (no estaría tan seguro) con respecto a Santi (2007, ****) y Almost Here (2005, *****), parece que encontraron un lugar seguro, donde ya tienen una base de fans nada despreciable, una calidad de vida cómoda y donde se sienten en casa. Es decir, con este álbum no arriesgan nada, a pesar de que es tan o más bueno que Santi. Tal vez este sea un último disco para olvidarse de las experiencias escolares y más bien sea un lapso transitorio entre la adolescencia arraigada y el gran y difícil paso a la madurez del adulto (por así llamarla).
Un disco catchy, amigable y muy digerible, para ir manejando en las noches de verano con la ventana abierta y sintiendo la noche cálida en la cara. No es mucho más. Pero insisto, lo bueno es que todo lo que hace esta banda, aunque sea dentro del terreno de lo seguro, lo hacen MUY bien, entonces no puedo decir que no recomiendo este disco. No será de los mejores del año, pero sí sería una buena compra. Es de esos discos que de repente se antojan escuchar para pasar un buen rato.
Insisto, y espero estar en lo correcto, este tercer disco es un respiro de alivio y una última oportunidad de asegurar un dinerito extra, y el siguiente, con suerte, será un disco maduro, arriesgado y diferente a los anteriores tres. Y con el cuarto disco, mi apuesta es que The Academy Is... se hará una banda que salte de los escenarios del Vans Warped Tour a los escenarios de Glastonbury, Reading, Benicássim, Coachella, Lollapallooza, etcétera. Es decir, se despegará de su sonido y su público adolescente para crecer acorde a sus integrantes y a su capacidad musical (el vocalista, William Beckett, tiene una voz muy educada, que alcanza rangos altos sin problema, así como una capacidad melódica extraordinaria). El resto de los músicos son buenos, tal vez bastante buenos, pero no mucho más.
Creo que esta banda tiene mucho futuro si es que se arriesga a cambiar. Ya tenemos 30 canciones suyas que son del mismo estilo poco arriesgado. Es hora de crecer.
(****)
